También esto pasará es la historia de Blanca, una mujer que le narra a su madre los primeros meses que pasa después de su muerte. En ella, habla del duelo, de la relación con su madre y la relación con otros seres queridos: sus múltiples maridos, exmaridos y amantes; sus amigas; sus hijos. Durante un verano en Cadaqués, en la antigua casa de la madre muerta, Blanca pasa su duelo reflexionando sobre lo que significa el amor, tanto familiar como amistoso o romántico.

 

Esta novela me ha descuadrado. Si tuviera que responder rápido a la pregunta "¿Te ha gustado?" diría que sí, claramente sí. He subrayado bastantes frases, me ha dejado pensando en muchos puntos, me ha sacado alguna que otra lágrima y me ha mantenido enganchada hasta el final, todo lo que se puede pedir a un libro.

 

No obstante, los personajes no me han caído bien ninguno, y la protagonista todavía menos. Blanca es simple, perezosa y privilegiada, el gran problema de su vida ha sido la muerte de su madre y es lo único que parece descuadrarle a sus cuarenta años. Aparte de esto, solo piensa en el sexo y en hombres, así como sus amigas, una visión de tres mujeres adultas que me parece bastante simplona. No he percibido ninguna otra inquietud, ni ningún otro rasgo de su personalidad que completen al personaje más allá de "está triste y le gusta follar". Esta forma de ser tampoco me pega con la vida que lleva: es capaz de juntar en la misma casa a sus dos exmaridos, a los hijos de ambos, es capaz de soportar cómo su amiga le tira los tejos a uno de ellos, como si no pasara nada, sin que surjan celos, ni problemas. Romantiza ser una persona descuidada y que no tiene en cuenta a sus seres queridos, no verdaderamente. El único conflicto que tiene se da con una de sus amigas, pero no tiene apenas repercusión, no le produce ningún afán de cambio.

 

Algunos de los momentos que se dan entre los personajes son bonitos, las emociones de las que se hablan, el amor por encima de la envidia o del dolor, el magnetismo del sexo. Todo esto es verdadero, me gusta que se hable de ello sin tapujos, que se exalte. Es la parte que he disfrutado del libro, pues resalta que el dolor llega y se marcha, se pasa, que hay momentos muy felices dentro de un período de tristeza, y viceversa. Siempre quedan personas que nos quieren, aunque otras se marchen. Sin embargo, me da cierta rabia que no se hable también de las dificultades. En la vida real no es común llevarte bien con tus exparejas, mucho menos que entre ellos se lleven bien (ojalá lo fuera). En la vida real, no es común que una adulta pueda juntarse con sus amigas a fumar y drogarse mientras los hijos de todas ellas duermen plácidamente en la habitación, y que no haya ninguna repercusión (ojalá lo fuera). En la vida real, no es común tener tres o cuatro amantes y no acabar emocionalmente jodida, ya sea por sentir demasiado o por sentir muy poco (ojalá lo fuera). ¿No es común? ¿O tal vez sí? Tal vez sí forme parte de la realidad de algunas personas, una realidad que, simplemente, no es la mía y por eso me descuadra. Es una historia con reflexiones bonitas, pero con la que me ha costado sobremanera identificarme. Me parece curioso que esto (leer un párrafo, arrugar el entrecejo y pensar "sí, claro") me pase con una novelita corta ambientada en Cataluña, pero no me ocurra con novelas de fantasía ambientadas en mundos inventados. Esto me ha hecho reflexionar sobre la manera de escribir personajes, de meternos en su cabeza y en sus circunstancias, aunque no sean para nada las nuestras. ¿Por qué me es fácil identificarme con un mago que recibe una carta para una escuela de magia y no con una mujer de cuarenta años a la que se le ha muerto su madre? ¿Será el enfoque del personaje? ¿Será que tengo más en común con este niño, que tiene deseos, ambiciones y miedos, que con una mujer de clase alta que solo encuentra satisfacción en el sexo?

 

No obstante, las reflexiones sobre el duelo, el amor o el desamor me han gustado y sí me han hecho pensar. Seguramente esto sea lo único que me une a Blanca, sobrepensar en el amor romántico. Os dejo una serie de citas que me han gustado:

 

La pluma de la autora me ha gustado, las comparaciones que utiliza son bonitas y el formato de dirigirse a su madre al narrar también le da a la novela mucho dinamismo.

 

En conclusión, es una novela que no me ha dejado indiferente, y por ello necesitaba escribir sobre ella en el blog. ¿Habría interpretado esta historia de otra manera en otra época de mi vida? Es probable.