Esta historia me ha sorprendido muchísimo, pues es todo lo contrario a otras novelas de fantasía que he leído: es corta e intimista, como una fábula larga. 

Patricia McKillip ganó el premio World Fantasy en 1975 con una historia en la que se deja de lado tanto al típico héroe masculino, como a su viaje por reinos lejanos y la política y la guerra como elementos principales. Lo transforma en el viaje interior de una hechicera y sus relaciones con la magia y el mundo humano, del que siempre ha estado aislada.

«Sé lo que es pronunciar un nombre en una habitación vacía cuando no hay nadie en la tierra que pueda responder».

Sybel es un personaje protagonista redondo y fuerte. Es una hechicera poderosa que tiene bajo su control a los seis animales míticos de ese mundo, después de llamarlos por sus nombres, hace tiempo olvidados. La magia es sutil; se cuenta únicamente lo necesario para entender la historia: el nombre es importante y vital, y hay que tener cuidado de a quién se le otorga.

«Dame tu nombre»

«Blammor»

«¿Por qué has venido a mí por propia voluntad? La mayoría lucha por ocultar sus nombres, pero tú viniste sin ser llamado»

«No vine sin ser llamado. Tienes un poder extraño que me atrae, puedes verme como soy realmente. Por eso vine a ti y te serviré, como un día tú misma servirás a aquel que te vea como eres en realidad»

Los reinos y su política son una trama secundaria que complementan la historia de Sybel y de los personajes que se convierten en importantes para ella, como su ahijado Tamlorn o el caballero Coren de Sirle. 

La historia del reino de Eldwold se cuenta a través de sus leyendas épicas. Los diálogos de este libro tampoco son usuales, sino que son complejos, largos y aportan mucha información de cómo es cada personaje y del mundo en el que viven. Hablan a través de moralejas, de leyendas y de advertencias.

La ambientación es invernal y boscosa, de magia que arrulla en una chimenea de fuego verde. La calidez de las relaciones humanas, tanto familiares como románticas, hacen que sea una historia que te hace sentir en casa.

Las bestias de Eld (un león, una gata, un dragón, un jabalí, un cisne y un halcón), cada una famosa por una gran gesta del pasado, tienen conciencia y hablan con Sybel, aportando su sabiduría particular. Mis favoritos han sido Cyrin, el jabalí, y Ter, el halcón.

Los temas que trata son el amor, el odio, la moralidad, el perdón, así como la familia.

«Tú mismo sabes lo que es odiar, ¡tú mismo lo dijiste! ¿Cómo sentías la sangre en las venas, Coren? ¿Caliente y espesa? ¿Cómo era tu odio? ¿Alimentabas tu venganza, una pequeña semilla, pálida como la luna, germinando en la noche de tu corazón? ¿La veías crecer y florecer y dar sus oscuros frutos que colgaban maduros, listos para ser recogidos?»

Por último, no puedo dejar de mencionar la preciosa ilustración de cubierta y edición por parte de Duermevela Ediciones. Las ediciones de esta editorial suelen ser preciosas y entran por los ojos.

En conclusión, se trata de una historia de fantasía muy acogedora y diferente a otras; del tipo que me encantaría lograr como escritora. No pude parar de leer y me la terminé en dos días, a pesar de que su ritmo es tranquilo. ¡Lo recomiendo muchísimo!

Un abrazo gigante,

Laura