Reseña: Nada - Carmen Laforet

 

Género: realismo, existencialismo

Temas: posguerra civil española, juventud, sueños, reflexión, familia


Carmen Laforet llevaba un tiempo intentando hacerse un hueco entre mis libros pendientes con su Nada, ganador del primer Premio Nadal, en 1945.

No sé si fui yo la que elegí el libro o el libro me eligió a mí en este mes, en el que me siento especialmente vulnerable. El existencialismo de su protagonista me ha envuelto y me ha hecho revolverme incómoda, como si estuviera pisándome la propia sombra por momentos.

Y es que Nada sigue a Andrea, una chica que llega con toda su energía a Barcelona, a estudiar, a casa de sus parientes. Allí se encuentra con un panorama inesperado: una casa llena de fantasmas en vez de familia. 

Una casa donde todos se gritan, donde todos se espían, donde se apuntan con pistolas pero al mismo tiempo se quieren, en un ambiente de pobreza y locura de posguerra.

Andrea allí siente como todos sus sueños se desmoronan, como su vida se torna de un tinte gris y ponzoñoso. Intenta aislarse de aquel ambiente de locura, independizarse dentro de su pequeña habitación. 

«En realidad, mi pena de chiquilla desilusionada no merecía tanto aparato. Había leído rápidamente una hoja de mi vida que no valía la pena recordar más. A mi lado, dolores más grandes me habían dejado indiferente hasta la burla.»

Andrea nunca se siente parte de nada, de ningún grupo. No hace amigos de verdad. La vemos flotar de burbuja en burbuja sin llegar a calar en ninguna. Con excepción de Ena, una joven de clase acomodada que se acerca a ella por la extrañeza de su vida, de su familia, por su aspecto perdido, como el de un animalillo salvaje, y que al final de la novela termina siendo su salvavidas.

Es una novela sobre el sentimiento de no estar en ninguna parte, de sentirse sola a pesar de estar rodeada, de querer frotarse la desgracia de la piel, con jabón, sin lograr mucho resultado. Una novela que habla sobre como el entorno de una persona (la pobreza, la familia, la clase...) pueden determinar su vida, incluso la de la más soñadora, impidéndole construir sobre ella.

La historia es interesante y los personajes caricaturescos, así como sus historias. Me pareció ver que al principio Andrea existía, observadora y silenciosa, entre ellos, y según se acercaba el final de la historia, terminaba integrándose y formando parte del caos de manera involuntaria, como si fluyera con la naturaleza de su familia.

El final me pareció adecuado y justo para Andrea, una protagonista a la que terminé cogiendo cariño.

«Me parece que de nada vale correr si siempre ha de irse por el mismo camino, cerrado, de nuestra personalidad. Unos seres nacen para vivir, otros para trabajar, y otros para mirar la vida. Yo tenía un pequeño y ruin papel de espectadora. Imposible salirme de él. Imposible libertarme.»

En cuanto a algo que me dejó fascinada, es sin duda la manera de contar de Carmen Laforet. La prosa de Nada es impecable, onírica y bella. Andrea cuenta los sucesos de su vida como si en vez de su boca, salieran de lo más profundo de su corazón y entrañas. La prosa de Carmen Laforet no te enseña la escenas, sino que te hace flotar entre ellas, te deja cabeza abajo, te causa risa tonta en el estómago y te deja vacía, a ratos, cuando ella quiere, como el título de la misma obra.

Sin duda, los clásicos son así: obras maestras de autoras cuyas voces hacen vibrar aún con el paso de los años. Me ha gustado mucho y lo recomiendo.

(He decidido dejar de lado el sistema de puntuación por estrellas en el blog, me parece simplificar en exceso todo lo que se puede aprender y sentir gracias a un libro. No obstante, como mera clasificación personal, seguiré utilizándolo en Goodreads. Os dejo aquí mi perfil).

 

Si os habéis leído este clásico, ¡comentadme qué os ha parecido! 

Un abrazo,

Laura

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